"Hoy me pregunto: Está mal abrazar la utopía de un vínculo eterno?
El amor es una construcción;
no se da hecho,
no proviene de un pase mágico.
Creo que es un punto de llegada... más que un punto de partida.
Se parte de la ilusión del enamoramiento
y se arriba a la certeza del amor.
Se viaja a través de un camino de acciones amorosas,
acciones mutuas guiadas por el interés de cada uno en el bien del otro.
Como el bien de la persona amada
no es lo que yo decido como tal,
sino lo que de veras le llega a ella como bien...
debo conocerla, aceptarla...
debemos atravesar juntos variadas experiencias,
construir una historia....
Y aún asi, no se ama porque se desea amar,
sino porque se construye amor.
Y se construye de a dos: el amor es siempre una via de doble mano;
nunca la obsesión de una sola persona.
Por lo tanto, si la "imposibilidad" cunda...
si no es un deseo de dos...
el amor carece de oportunidad para ser,
para manifestarse en actos,
para crear, sanar, inspirar, integrar...
Se corre el riesgo de enamorarse
del sufrimiento y confundirlo con amor.
No sé si está bien o mal abrazar la utopía de un vinculo eterno...
sólo que si no hay un otro,
presente y complementario,
estaremos abrazados, otra vez, a una ilusión,
a un deseo que una y otra vez
nos devolverá a la dolorosa ausencia
de ese otro real y a la carencia
de un vínculo en construcción constante y cotidiano....
Y el amor no es eso.... el amor: UNE."
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