"Ví justo el momento en que una hoja
que pendía de una rama se soltó,
cayendo en forma de espiral
y apoyándose suavemente en el suelo...
-Es la sabiduría natural -pensé- soltar la rama.
Esa hoja brotó, abriéndose el paso a la luz,
obedeció la ley natural;
creció, respiró y oxigenó,
ofreciendo en forma de sombra refugio del sol.
Supo tornarse carmesí pasando por toda la gama,
con orgullo de mostrar cada estado
sin temor a lo que vendría.
Las hojas se entregan por amor,
sin pedir nada a cambio
y mueren en otoño".
Vos sos....luna
viernes, 19 de junio de 2009
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Debo confesarte que "El salto de la rana"...
ResponderEliminar...era todo lo que podía leer... por más que le buscaba...
Es un hermoso poema a al vida y un valioso reconocimiento al amor como es.
Gracias por tu aporte y por los comentarios que vertiste en ¡Quieto Veneno! (http://quietoveneno.blogspot.com)
Recibe un abrazo.
Me alegró saber de ti; señal de que todo va bien.
ResponderEliminarUn abrazo.